Los laboratorios de análisis clínicos constituyen un área en la cual coinciden muchos agentes
potencialmente agresivos, tanto para la salud del personal como para las propias instalaciones.
Por ello, todos los procedimientos analíticos entrañan un riesgo, a veces indeterminado, que
aumenta con la introducción de nuevas técnicas, productos químicos y biológicos, así como con los
equipos. Este capítulo pretende dar una visión de los principales riesgos por agentes biológicos,
físicos y químicos que pueden existir en un laboratorio. Además, ofrece la metodología adecuada
para la prevención de accidentes, por medio del establecimiento preciso de medidas de bioseguridad que deben ser tomadas en el laboratorio clínico.
AGENTES DE RIESGO
Los agentes potenciales de riesgo para la salud en
el trabajo de los laboratorios se clasifican para su estudio
en cuatro grupos:
1. Biológicos.
2. Químicos.
3. Físicos.
4. Humanos y ambientales.
Las causas de riesgo biológico son:
1. Accidentes por punción.
2. Derrame de sustancias contaminadas.
3. Producción de aerosoles.
4. Cristalería rota contaminada.
5. Aspiración oral con pipeta (pipetear).
6. Trabajo con centrífugas, de forma incorrecta.
7. Mala higiene personal.
8. Contravenciones de las normas de seguridad más
generales.
9. Inadecuada disposición de los desechos potencialmente
contaminantes.
Los factores de los que depende la infección son:
1. Extensión de la contaminación.
2. Vías de infección:
a) Percutánea.
b) Ingestión.
c) Inhalación.
d) Ocular.
3. Virulencia del microorganismo.
4. Susceptibilidad del hospedero.
Las operaciones que contribuyen a la formación
de aerosoles peligrosos son:
1. Apertura brusca de recipientes o contenedores de
material infeccioso.
2. Trabajo con pipetas manuales o automáticas.
3. Soplar la última gota de una pipeta al pipetear.
4. Apertura de ampolletas con material liofilizado.
5. Abrir un frasco de cultivo o de suspensión líquida
luego de agitarlo.
6. Remover, verter o cambiar grandes volúmenes de
líquidos contaminados, de un recipiente a otro.
7. Agitar cultivos o muestras con pipetas.
8. Salpicaduras por agitación (sobre todo si se emplea
un agitador tipo vortex).
9. Aperturas de centrífugas (producen grandes cantidades
de aerosoles, en dependencia de la velocidad
y el tiempo).
RIESGO QUÍMICO
El trabajo del laboratorio requiere la manipulación
de sustancias químicas que, por sus propiedades,
pueden resultar peligrosas para el hombre, para las
instalaciones y para el medio ambiente. Estas propiedades
se clasifican en explosivas, inflamables, tóxicas,
corrosivas, irritantes y nocivas (cancerígenas, mutagénicas
y teratogénicas)
RIESGO FÍSICO
Los agentes físicos pueden provocar daños considerables
o, incluso, causar la muerte al ser humano
durante el trabajo en el laboratorio. Los riesgos de este
tipo se agrupan en:
1. Mecánicos:
a) Objetos que interfieren con el movimiento y pueden
provocar caídas.
b) Objetos en movimiento (motores, centrífugas,
compresores, etc.).
c) Objetos con energía potencial que se encuentran
mal ubicados (en estantes altos, por ejemplo,
que pueden caer sobre las personas) u
objetos sometidos a altas presiones.
2. Térmicos:
a) Fuego (mecheros de Bunsen, por ejemplo).
b) Equipos que generan temperaturas muy altas o
muy bajas (hornos, congeladores).
3. Eléctricos:
a) Cables y equipos eléctricos defectuosos.
b) Ausencia de conexión a tierra.
c) Errores operacionales. Incluyen, además de la
posibilidad de shock, la de fuego, pues las chispas
actúan como fuente de ignición. También
los propios equipos pueden sufrir daños serios.
4. Radiaciones: entre las radiaciones, las ionizantes
son las que presentan un mayor potencial de riesgo
(rayos alfa, beta o gamma) y sus fuentes más
importantes son los isótopos radiactivos empleados
para radioinmunoensayo (RIA). No obstante,
otras fuentes de radiaciones no ionizantes pueden
tener también importancia (luz ultravioleta y rayos
láser).
RIESGO CONDICIONADO A FACTORES
HUMANOS Y AMBIENTALES
Entre los factores humanos están: el estado físico
del trabajador, sus problemas de salud, problemas
personales, fatiga, apatía o consumo de algunos medicamentos
que pueden provocar reacciones lentas, dificultad
para la concentración y para la percepción de
los riesgos; desconocimiento de las medidas en el laboratorio
por falta de comunicación o exceso de confianza,
y los estereotipos negativos.
Los factores ambientales implican tener en cuenta
las características de las condiciones de trabajo a que
está sometido el hombre y que pueden afectar también
al trabajo. Entre estos se encuentran: temperatura (condiciones
adecuadas para poder realizar el trabajo: ni
muy bajas ni muy altas), humedad, ventilación e iluminación
adecuadas.
2 comentarios:
Muy bueno
Muy interesante gracias
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